La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU emitió el mismo día un comunicado condenando el suceso, y argumentando que cualquier orden de este tipo violaría los derechos más fundamentales de las mujeres, además de ser un claro incumplimiento de los principios humanitarios. En el comunicado también se expresa el objetivo de Naciones Unidas de reunirse con el gobierno Talibán para aclarar la situación, como sucederá los próximos días ya que Martin Griffiths, Secretario General Adjunto de asuntos Humanitarios, visitará el país próximamente.[1]
Un grupo de Relatores especiales de la ONU -parte de los Procedimientos Especiales del Consejo de Derechos Humanos- publicaron una declaración conjunta señalando que la prohibición de que las mujeres trabajen en ONG no solo priva a las trabajadoras de sus derechos fundamentales y medios de subsistencia, sino que también les impide apoyar a sus comunidades. En consecuencia, se expulsaría aún más a las mujeres de sus trabajos y de la esfera pública. Los expertos expresan su total solidaridad y apoyo a aquellas agencias humanitarias que se han negado a trabajar bajo esta prohibición, y acusan a las autoridades de facto de instrumentalizar y victimizar a las mujeres y a los destinatarios de ayuda urgente. Además, señalan que los hechos podrían constituir persecución por razón de género y un crimen contra la humanidad.[2]
Varios comités y autoridades de Naciones Unidas también se han pronunciado al respecto. Por ejemplo, el Comité Permanente entre Organismos (IASC), que funciona como foro humanitario de coordinación del Sistema de Naciones Unidas, ha señalado que, aunque las ONG se esforzarán por continuar brindando ayuda para salvar vidas en un momento tan crítico, muchas actividades se detendrán ya que no pueden brindar ayuda humanitaria sin trabajadoras.[3]
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Volker Türk, ha publicado una declaración señalando que la suspensión de la participación de las mujeres en la educación superior es una clara violación de las obligaciones de Afganistán en virtud del derecho internacional: el derecho de las mujeres y las niñas a acceder a todos los niveles de la educación sin discriminación es fundamental e incuestionable. En este sentido, hace un llamamiento a las autoridades de facto afganas para que revoquen de inmediato esta decisión.[4]
En la misma línea se pronuncia el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW), indicando que las recientes decisiones de las autoridades de facto en Afganistán suponen una cruel violación de los derechos de las mujeres y las niñas. Precisamente, señala que la exclusión de mujeres y niñas de las escuelas secundarias y universidades equivale a una violación directa de las obligaciones jurídicas vinculantes del país de defender los derechos humanos y las libertades fundamentales garantizados en el derecho internacional consuetudinario y los tratados de derechos humanos en los que es parte, incluida la propia CEDAW. Además, el Comité insta a las autoridades de facto a que respeten y protejan los derechos de reunión pacífica de las mujeres y las niñas en las recientes manifestaciones provocadas por las decisiones de prohibir el ingreso de mujeres a las universidades, pidiendo también la liberación inmediata de las mujeres presuntamente detenidas durante estas protestas.[5]
Por su parte, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, se une a las anteriores declaraciones y señala que limitar severamente los derechos de las mujeres afganas y su participación en los esfuerzos humanitarios y de desarrollo corre el riesgo de empujar a más familias a huir a través de las fronteras como refugiados.[6]
Por otro lado, Sima Bahous, Secretaria General Adjunta de la ONU y Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, señala la misoginia inherente a estas decisiones y pone de manifiesto que sin educación, el camino de la mujer hacia la participación y el liderazgo se ve aún más restringido, dejándola vulnerable ante la discriminación y la violencia de género.[7]
Desde Medusa nos unimos a todas las declaraciones realizadas desde los diferentes organismos internacionales y condenamos esta auténtica violación de derechos humanos que se está produciendo en Afganistán.
Autora: Andrea Pérez Maroto – Legal intern at Medusa Human Rights Law and Consulting firm.
[1] Office for the Coordination of Humanitarian Affairs. (December 24th, 2022). UN condemns reported ban on women working for NGOs and International Organizations.
[2] Office of the High Commissioner for Human Rights (December 30th, 2022). Afghanistan: Taliban’s targeting of women and NGOs preventing delivery of life-saving assistance is deplorable, say UN experts.
[3] Inter-Agency Standing Committee (IASC). (December 28th, 2022). Statement by Principals of the Inter-Agency Standing Committee on Afghanistan, Women’s participation in aid delivery must continue.
[4] Office of the High Commissioner for Human Rights. (December 21st, 2022). Comment by UN High Commissioner for Human Rights Volker Türk on reported ban on women attending university in Afghanistan
[5] Office of the High Commissioner for Human Rights. (December 29th, 2022). Afghanistan: Banning women and girls from schools and workplace jeopardises entire country, UN committee condemns.
[6] The United Nations Refugee Agency. (December 29th, 2022). UN High Commissioner for Refugees calls to reverse ban of women humanitarian workers in Afghanistan.
[7] UN Women. (December 21st, 2022). Statement on Afghanistan by Sima Bahous, UN Under-Secretary-General and UN Women Executive Director.